domingo, 18 de julio de 2010

Desprenderse




- ….Y vuelvo a lo que quería decir…mientras me hago vieja, me doy cuenta de la estabilidad que va tomando la gente a medida que va creciendo. Van juntando, se asocian, y siguen juntando…pero siempre tienen. Tienen para comer, de sobra, claro. Habrá otras cosas que no tengan. Pero techo y comida no les falta.
Eso es exactamente lo que tu atesoras y no quieres perder. Pero el problema, es que tu no eres como los demás. Los demás de los que te has rodeado desde siempre. Ellos tienen sueños, pero los pies en la tierra. Tu tienes sueños, y alas atadas a tu cintura. Hace tiempo que te acostumbrarte a que a las alas hay que tenerlas bien atadas. Ellos saben que tienes un don escondido, pero tu las amarras, con fuerza, para que no se salgan. Así ellos están tranquilos y te permiten  formar parte de la manada.
Pero a veces…a veces quisieras ser libre. Totalmente libre de esa atadura antinatural.


Arggggggggh…haces un esfuerzo….aaaaaaaaarrrrggggggg…diosss! como duele cuando se liberan solo un poquito. Duele tanto que decides volver a amarrarlas.

- Pero…espera…eso que sentí no era solo dolor…era…era libertad…era... amor.

- Oh! Dios! Que he de hacer? No puedo tirarme al vacío ahora?! Me ha costado tanto llegar hasta aquí!. Todo lo que se, lo se porque amarré mis alas. ¿Qué vendrá ahora? Es algo desconocido…totalmente desconocido para mi! 

- Oh! Esa  sensación de antes….diosss….quiero volver a sentirla!










Sprinter


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