La mátrix se hace visible.
Y entonces te das cuenta de que ya no puedes seguir fingiendo. No puedes seguir obviando la única razón por la que has tardado tanto en despertar: el miedo. Siempre el miedo. Miedo a la soledad del que sabe que está más cuerdo que nunca...
Y entonces te das cuenta de que ya no puedes seguir fingiendo. No puedes seguir obviando la única razón por la que has tardado tanto en despertar: el miedo. Siempre el miedo. Miedo a la soledad del que sabe que está más cuerdo que nunca...
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